El Museo de la Sidra de Asturias tiene como objetivo dar a conocer y promocionar la bebida característica asturiana. Se localiza en la Villa de Nava. El vestíbulo cuenta con un amplio mostrador en el que se ofrece información sobre el Museo, folletos, visitas guiadas y asistencia en otros idiomas para visitantes extranjeros…
En lo que respecta a las instalaciones, éstas están convenientemente adaptadas para la visita de personas con cualquier grado de discapacidad.
Disfruta además de un amplio programa educativo, que puede consultarse en el mostrador de información. La visita al Museo está organizada siguiendo el ciclo de la sidra.
En la recepción del museo se ubica el mostrador de información, la tienda y un espacio central en el que los visitantes pueden ejercitarse en la técnica del escanciado. Una manzana es el salvoconducto o ticket de entrada que permite al visitante reproducir los pasos para los que en un lagar o bodega se utilizan 12.000 kilos de manzana.
A través de un tonel, los visitantes acceden desde el área de recepción al interior del espacio expositivo.
A partir de una ilusión óptica, el visitante puede observar los distintos procesos que operan sobre el zumo de manzana hasta convertirse en sidra.
Al igual que en un lagar o bodega, conviviendo situaciones propias de los siglos XIX y XX, se muestran los distintos artilugios empleados para la manipulación de la sidra.
Los ambientes relacionados con el mundo de la sidra se representan mediente la escenificación de un lagar o bodega donde la sidra duerme hasta el consumo. El consumo de la sidra se realiza fundamentalmente en «chigres» o sidrerías.
En el Museo se escenifica uno de esos rincones, utilizando argumentos representativos de la cotidianidad del consumo. Además una colección de botellas de sidra de todo el mundo sirve de nexo de unión entre las dos plantas del edificio.