En el macizo de Ardines en Ribadesella podemos encontrar hasta 10 cuevas con restos de antiguos habitantes del Pelolitico en Asturias; es por ellos que fue una de las cunas mundiales de la civilización paleolítica.
El potencial del paleolítico en Ribadesella iguala, al menos, los tres focos más importantes del mundo. Los complejos de La Garma y El Castillo en Cantabria, y Les Eyzies en Francia.
En 1912 Justo del Castillo y Hernández Pacheco descubrieron La Cuevona y Tito Bustillo ha sido hallada por el grupo de montaña Torreblanca en 1968 y toma su nombre del miembro del grupo Celestino Bustillo, fallecido al poco tiempo en accidente.
Años después se realiza la entrada a la cueva por un tunel y en 1972 comienzan a excavar A. Moure Romanilo, comenzando dos años después los estudios sistemático, junto con Rodrigo Balbín.
Inicialmente accedían a la cueva por el lado opuesto, donde fueron hallados restos de huesos, silex, arpones y otros elementos de fabricación manual. A lo largo de sus 800 metros de longitud, Tito Bustillo alberga doce conjuntos de pinturas y grabados : renos y caballos entre otros dentro de la galería principal; superpuestos con otros mas antiguos. Muy conocida es la galeria de los Caballos, donde utilizando relieves de las propias paredes, consiguieron crear imágenes de especial belleza.
En el resto de los grupos podemos observar cetáceos, cabras, bisontes e incluso un reno; tambien de mayor antigüedad se localizan figuras femeninas, también con aprovechamiento de resaltes en la propia piedra; con una densidad de motivos sexuales única en el mundo.
Se asume que en todo el conjunto del macizo de Ardines, han habitado durante más de 10.000 años en la epoca de Paleolítico Superior y el Medio Anterior.
Al lado de la cueva se encuentra el Aula Didáctica de la prehistoria, de acceso libre y gratuito.
Recomendaciones:
Se aconseja no acceder a la cueva con niños menores de 11 años. La responsabilidad, en caso de entrar con niños, es de los padres o responsable de los menores. Se recomienda se abstengan de entrar a la Cueva las personas con dificultades para caminar y visuales, y personas con temor a los espacios cerrados ( Claustrofobia).